viernes, 14 de diciembre de 2007

Respira!

Hoy soñado con el mar, con el de Menorca en particular. Bajando por una callejuela del pueblo del Es Castell de repente me encontraba con el mar azul a lo lejos, mar verde también. Tenía que subir de nuevo la cuesta y retroceder sobre mis pasos para tener una mejor perspectiva, las casas blancas y sobre ellas, el mar y el cielo.

Pues eso, que desde China también se disfruta recordando las maravillas de España, que son muchas. Entre ellas Santa Cruz: mis abus, las uvas, mis primos, la casa...qué casa, magia y paz.
Queda sólo una semana de academia, qué tristeza más grande, de nuevo mi oportunidad de ser Peter Pan para siempre se acaba. En enero comienzo a trabajar y volveré a hacerme mayor. O no.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Di qi ke! Shanghai, Datong...Beijing Beijing!







Casi un mes desde la última misiva, masiva. Entre tanto idas y venidas por la China querida, de vez en cuando ya desesperante. Primero Shanghai, compra de billete la noche de antes, tras el foro inversor con visita de príncipe y consorte, mesas redondas de empresarios, paseo por Wangfujing y sus pinchitos, siesta en hotel con mi compi Alba.


Amanezco a las cinco de la mañana, Coloso, Tajose y yo directos al aeropuerto, a Shanghai que nos vamos, de fin de semana hiperactivo. Y así fue. Pudong y su skyline, un tren subterráneo sicodélico, la primera reunión del Partido, copas que doblan el precio de las de Pekín, rascacielos, concesión francesa. Los becarios de Shanghai nos acogen felices en su seno, cumple de mi alter ego inversor, María; paseo y pateo. Despedida. "¡Nos vemos la semana que viene en Pekín!" nos dicen, y así sucedió.
Fin de semana siguiente, nos visitan los shanghaineses, ahora voy yo, ahora vienes tú, tour por mi ya ciudad, cada vez más, paseos, descubrimientos, ¡el kilómetro cero! Y la puerta del Sol, ¿dónde está? Templo del cielo, repito, vale la pena. Cada día hay nueva magia al cruzar la puerta este.
Una de pato pequinés, fiesta del Alfa, paseo por los hutongs.

Una nueva semana, más chino, más caracteres, más frustración, ya no puedo más, mi capacidad de atención se merma...lo bueno es que siempre llega el día de inspiración, el del don de las lenguas, una sale de la academia optimista, feliz, sonriente, con más ganas que nunca de comer noodles.
Un nuevo plan: viaje a Datong, provincia de Shanxi, en tren. Seis horas por la noche, en literas, con los chinos, con los abrigos gordos. Mi elección estrella del YaShow (el mercado amigo) es un abrigo de plumas de pato canadiense. Soy Kenny, pero de momento no me han matado a pesar de que mi campo visual se haya reducido al 10%. En Datong hace frío, mucho frío, y el carbón ensucia las botas de "barbie se va a la montaña". El aire está sucio, la plaza llena de militares y de altavoces. Suenan canciones durante toda la mañana. Contratamos a unos conductores para ir a ver las cuevas de Yungang (más de 50 grutas, más de 50.000 esculturas budistas) y el Hanging Monastery del monte de HengShang (más de 1.500 años). Merece la pena. Mi amiga Pati ha venido conmigo. Y yo con ella.

El final: después de regresar en un tren en el que en las diversas paradas la gente entraba por las ventanas, al llegar a casa no teníamos luz.

Una nueva semana, ya casi a mitad. Hoy hubo kickboxing al estilo Manchú.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Di liu ke! Érase que se era, una muralla


Pekín es a Mutianyu como Madrid a la Pedriza.
Sábado por la mañana. Destino: "fin de semana en hotelillo al pie de la muralla en zona poco o nada transitada". Sensaciones: parece un fin de semana en Madrid en que una decide ir a Toledo o a Segovia a comer cochinillo. Ilusión máxima.
Jack Muralla (así se hace llamar el chófer de la furgo que nos ha llevado) nos ha deleitado con una conducción al más puro estilo rally del Jarama si bien en este caso no se sorteaban árboles sino bicicletas, perros y ovejas. Tras llegar al hotel, y pasar más de tres horas comiendo en el restaurante del mismo todo tipo de verduras chinescas, nuestro grupo de 13 aguerridos becarios españoles se ha dirigido a la muralla. Anochece. No queremos volver al hotel aún. Son las cinco de la tarde. Ea pues. Andamos por un camino hacia el pueblo, no llegamos, está muy lejos, no hay luz en las farolas, apagón. En la garita de entrada a la muralla una china pasa miedo con una vela como única luz. Nosotros pasamos más miedo aún al verla entre los cristales. Nos dice en chino algo que en español sonaría de la siguiente manera: " Cuando el cielo está negro no se puede hacer nada"...Esta frase curiosa surge en contestación a nuestra pregunta de si hay algo en el pueblo (bar, restaurante, karaoke, lo que sea..) para pasar el rato. Decidimos volver a nuestro hotel-hostal-casa rural. El cielo es una bóveda de estrellas, nunca vi tantas, ni en las noches de verano en la playa, ni desde la portada de mi amada Santa Cruz...Emoción.
Caminamos al son de lejanos ladridos de perros. Algunos quieren pensar que son lobos para dar más emoción al paseo. Una luz a un lado del camino, una casa de un chino, nada más alrededor. Sirven comidas, sirven cervezas. Entramos, pedimos y bebemos tímidamente en un saloncito en el que come un grupo de diez personas, unos chinos y otros filipinos (así nos lo hicieron saber). Cuando terminan de cenar encienden la tele de la sala y ponen un karaoke casero. No hay marcha atrás. Hemos firmado nuestra sentencia de muerte. Locos cantamos con ellos y bailamos como en la excursión del campamento. El dueño de la "casa, ahora bar" nos sirve cerveza y nos prepara empanadillas y tortas. Seis horas más tarde salimos del lugar. Menos luz aún.
Al llegar al hotel del Resplandor la gobernanta nos dice que estaban preocupados, que habían pensado en salir a buscarnos por los alrededores...No imagina la mujer qué podíamos haber estado haciendo con tantas horas de cielo negro que habían transcurrido.
Mañana siguiente, Jack Muralla nos espera para llevarnos a Mutianyu. Vistas, más muralla, más recorrido, un telesilla, un tobogán de bajada, un camello y un burro.
Domingo de regreso, sensación de agotamiento de campo, ese cansancio que sabe bien, que gusta. Regreso a la infancia, recuerdos de la vuelta a casa en coche con la radio retransmitiendo el partido de la semana, llegada al garaje, te despiertas, pero aún te haces el dormido para ver si te llevan en brazos. Qué felicidad.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Di wu ke! De motobicis y canciones

Por aquí sigue pasando el tiempo raudo y veloz, ya más de un mes en esta ciudad encantadora, de aire pesado y agobiante. El invierno acecha y las calefacciones centrales ya han empezado a funcionar. Esto significa que la sequedad ambiental que ya de por sí se respiraba ahora, se agrava con el aire caliente de nuestro hogar, conclusión: mami tengo mocos, la piel se me cae a tiras y el aceite johnson bebé se convierte en compi de mañana y noche.
La semana pasada fue el cumpleaños de Juanmi, amigo de Sun City y nuestra estrella guía de Pekín. El regalo bien merecido fue una moto-bici eléctrica que pude probar por la noche al volver a casa.
Pues bien, esta semana me ha tocado a mí, Pilar, otra estrella guía, hizo las gestiones necesarias para que nos trajeran a casa una moto roja (bueno, otra vez, bicimoto), ¡para mí! Sí sí, ahora una ya es más pequinesa...Da libertad poder moverse por el barrio con una motillo, ir al super a hacer la compra y meter los huevos en la cestita delantera de la zixingche (esto es, la bici china). De momento no me he alejado mucho de casa con la moto, cada día se irá ampliando el radio de acción. Lo bueno: en enero estaré en la ofi en cinco minutos gracias a la moto.
Dejando de lado los medios de locomoción hoy quiero comentar la apasicionante clase de chino que hemos tenido. Después de haber terminado un libro y empezar con uno nuevo, dar una gramática de locura (en breve empezamos con la pasiva), y hacer un examen esta semana, nuestra academia nos ha regalado una última hora de "canta con nosotros", con un clásico de Den Li Jung. ¿Quién es? Yo creo que es la Rocío Durcal china, y digo Rocío porque siempre la preferí a la Jurado o a la Panto.
Este finde semana toca excursión a la Gran Muralla (Chang Cheng). Iremos a Mutianyu, quizá pasemos una noche en una farmhouse, veremos cómo se estila el turismo rural en este país.

Y os echo de menos.

miércoles, 31 de octubre de 2007

Di si ke! De parques y demás


Bei Hai, parque maravilloso y milenario. El domingo amanecí con ganas de salir de paseo, recuerdos de Madrid...Sola. El día amaneció soleado, eso sí, mucho viento, pero dado el invierno que nos espera a menos diez grados y menos hay que aprovechar cualquier día bueno.

Siempre me he tomado mi tiempo para ponerme en marcha, hacia las dos de la tarde por fin salí de casa camino del metro que tengo cerca de casa (Dongsishitiao). No hay una combinación que pille bien hasta el parque o cercanías, pero me apetecía pasar por Tianamen primero. Desde allí media hora de paso ligero hasta el parque. Miradas miles de chinos, solicitud de fotos varias con ellos. La risa...

El área del norte de Beijing sorprende por la cantidad de árboles, parques y lagos. Mi sonrisa se iba ampliando a cada paso. ¡Por fin, por fin! Ya estoy dentro, cruzo un puente hacia una isla culminada por una pagoda tibetana. Salgo de ahí, sigo paseando, muchos rincones, muchos parques dentro del parque, barcos por el lago, taichi, dragones y sol de otoño. Ha sido un domingo feliz, ausencia de bola, paz interior.
Ayer miércoles volví al mismo parque con la excursión semanal que nos prepara la academia. Igual de bonito, más sorpresas. Los chinos bailan y cantan en los pabellones del parque, niños vestidos de jirafa pescan peces en el lago de la antigua casa de retiro del emperador... Al salir por la puerta norte del parque decidimos cruzar para ir a Houhai, más lagos y bares muy chulos. Paseo por los hutongs y dos gin tonic de media tarde, ¿por qué? Ayer se celebraba Halloween, fiesta absurda que nunca me ha gustado, jamás me disfracé para tal noche y de momento mantengo la tradición. Ayer lo hubiera hecho de haber encontrado un disfraz de oso panda. Tengo un año para encontrarlo.








miércoles, 24 de octubre de 2007

Di san Ke! Tian tan gong yuan


Hoy después de la academia hemos ido con una profesora loca al templo del cielo, otro de los cuatro templos de sacrificio que hay en Pekín (los otros, el sol, la tierra y la luna). Se supone que es el lugar más atractivo de Pekín, después de la ciudad prohibida y la gran muralla. El recinto y los distintos templos fueron construidos en 1420, allí las dinastías Ming y Qing realizaban sus rituales de sacrificio cada solsticio de invierno. Las simetrías son perfectas y todo gira en torno al número nueve, el número que representaba al emperador. Aparte de lo impresionante de los templos, el ambiente que se respira en el parque es lo que más llama la atención, lleno de chinos jugando a las cartas, paseando o volando cometas.

Existe un templo circular de 65 metros de diámetro que se llama Echo Wall, si dos personas se situan en dos puntos opuestos del mismo se pueden escuchar hablando en tono normal. Nosotros lo hemos comprobado y funciona aunque eso sí, hemos tenido que gritar un poco ya que estaba lleno de chinos gritando alrededor y dando palmas para escuchar el eco, eco, eco...

Intentaré volver un día pronto por la mañana para ver a los abuelos hacer taichi.

Marcho a hacer un poco de chino que hoy tenemos cena con una francesa y unos periodistas españoles que han venido de avanzadilla de los JJ.OO.

martes, 23 de octubre de 2007

Di er ke! En el supermercado


Con prisa porque he de marchar al gimnasio (sí sí, al gimnasio, ¿quién soy? no lo sé, jamás pensé que me vería en estas misiones diarias, pero bueno) escribo para contar la experiencia en el supermercado con la profe de chino, nuestra estimada En Laoshi (o quizá es Eng Laoshi). El caso es que parecíamos extraterrestres en un mercado de fruta, la profesora iba avisando a los tenderos (laoban) para decirles que nos dieran conversación que éramos unos pobres estudiantes que queríamos practicar nuestro chino y comprar unas cosillas. A todo esto esta profesora sólo habla chino y claro no nos entendemos con ella todo lo que debiéramos. Bueno sí, habla alemán también, así que imaginad el cambio de chip que tengo que hacer para entenderla, y luego de nuevo volver al chino. En el vídeo se aprecia cómo nuestra pequeña En habla en alemán-chino para explicarnos que la verdura en cuestión es una remolacha.

Y así siguen los días. Por fin tengo internet en casa, viva! viva!, aunque por supuesto esto no asegura que vaya a tener hotmail siempre.

Mañana tenemos visita al templo del cielo, poco a poco me voy haciendo con el Beijing mágico y con el Beijing práctico. Beijing at night tristemente es ya muy conocido, las horas no dormidas van pesando.


domingo, 21 de octubre de 2007

Di yi ke!


Pensé que nunca entraría en el juego del blog, pero ahora que me encuentro en China los problemas de comunicación no me permiten escribir todo lo que quisiera ya que el hotmail no funciona en este país. A las seis de la mañana se supone que va bien, pero ya tengo bastante con despertarme a las seis y media para ir a clase de chino.

Hoy fue el primer día que me he levantado descansada (dos semanas me ha costado), y el plan ha sido ir al mercado de antigüedades de Panjiayuan y luego al parque de Ritan, del templo del sol. Se agradece un paseo por el parque, apetece respirar hondo aunque sea un peligro para los pulmones, el aire de Beijing no es el más limpio que digamos. El "ministerio" hace cosas grandes para cambiar el tiempo cada día, que haya blue sky days en Beijing y que en las olimpiadas el tiempo esté perfecto. Cada día nos preguntamos qué nos tiene preparado el ministerio para el día siguiente...


Mañana creo que compraré la bici. En el fondo da un poco de miedo ir en bici en esta ciudad donde el tráfico es un caos. Aunque bueno, el tráfico loco no es algo nuevo de esta ciudad (véase Nueva Delhi, BKK o El Cairo...)