
Ayer vi una gran película, Wall-E, qué bonito pensar que dentro de 700 años los seres humanos serán bolas de carne sin apenas huesos para sostenerse de pie. Así hay ya casi algunos, fuera del mundo, sin mirar qué hay delante, sin pensar en lo que se ha vivido.
En medio de la crisis global y la incertidumbre, nuestro euro cada vez vale menos, y el yuan está fuerte como un toro. Ya no me separo de mi bici, fuera los taxis, más comida china y menos restaurante occidental. La humedad 0% vuelve a causar estragos en mi piel.
Un año más aquí, así lo quiero yo. ¿Cómo y dónde? No lo sé. El porqué sí lo tengo claro.

