martes, 26 de febrero de 2008

Jennifer y Alvarito


- Está hecho, nos vamos.
- ¿Quiénes? ¿Tú y cuántos más?
- No lo sé, yo me voy. Adiós, me voy. Siete meses son muchos sin ver a una hermana, a la mía. Aunque sea fácil estar sin ella.
- Si por estar se puede estar.
- De hecho yo estoy porque haya de todo.
- ¿Os parecéis?
- Nada. Es siempre su respuesta y la mía. Y creo que ahora sabemos que no es verdad. Cada vez menos las diferencias, cada vez más grandes las distancias.
- Pues vaya pena entonces.
- No, no lo es. Es lo bonito, vamos viviendo, andamos, miramos y pensamos. Eso lo hacemos muy parecido. También nos gusta bailar delante del espejo. Y criticar a los avestruces.
Visiting Faculty que es, no sé lo que será mañana. Yo hoy soy. Y mañana también. Tengo ganas de leer sus cuentos. Nunca los he entendido.


domingo, 17 de febrero de 2008

¿Es la granja de Playmobil?


Ah, sí, sí, sí, aquí es.
El tiempo sigue pasando raudo y veloz. Esta semana ha sido terrible, el llanto a flor de piel en muchos momentos, quizá la resaca del viaje, tanta magia, un mundo tan distinto, o quizá porque ya tocaba.
El fin de semana, por el contrario, han sido sonrisas, flores y risas. Sábado y domingo más “blue sky days” que nunca. En febrero busca la sombra el perro. Eso dice Aurelia, gran sabia de Monte Esquinza, y aquí se nota. El sol empieza a calentar y el famoso temporal es inexistente en Pekín. Mei you le. Los petardos y fuegos artificiales por el nuevo año ratero también empiezan a disminuir en frecuencia e intensidad.
Mi moto está siendo objetivo de vándalos. Primero un retrovisor, luego el otro, luego un pedal y por fin la rueda trasera. Muy cómica mi imagen llegando a la oficina con la bicimoto cayéndose a cachos, literalmente. El sábado fui a un chino ferretero callejero a ver si podía hacer algo por la pobre motobici. Lo ha hecho, tras mucho rebuznar en mandarín, la ha arreglado.

Y un paseo por el hutong con Darío, porque ha venido. Gracias. Ahora mismo estará en un avión camino de Mordor...

lunes, 11 de febrero de 2008

巍丽丽,宝丽,爱丽, tres chicas aguerridas


Ésta es la breve historia de un viaje poco convencional. Año nuevo chino, martes día 5 de febrero después del trabajo. Ahí comienza el viaje. Eso es, "el viaje". Beijing - Kunming - Jianshui -Tuanshan - Yuanyang - Xinjie - Qingkou - Yuangyang - Jianshui - Jinghong - Kunming - Beijing. Esto es, tres aviones, más de 24 horas en autobuses varios y mucho sur de Yunnan. Total: cinco días, todo es posible. No se puede contar más porque no hay palabras.


viernes, 1 de febrero de 2008

Mortadela, lentejas y berberechos



Pues sí, tengo hambre. Tan tarde que es, pronto ahora. Vuelta de Haerbin, sobrevivir al hielo, a los tigres manchús y la matanza del cordero, la división 731 y Zhong Yang Da Jie. Gran ciudad, china como la que menos, rusa como la que más. Los juegos de invierno el año que viene, el año de la rata éste.




Hace mucho frío, los chinos viajan para reencontrarse con sus familias, hacen lo que pueden. Los mineros de Datong lo tienen difícil, quizá sean Datong ren y no tengan porqué moverse a ningún sitio, pero la gran mayoría vuelve a sus pueblos de origen. La pena, el frío se lo impide, se concentran en las estaciones de tren esperando poder ir a casa para comer jiaozis con la familia, entregarse sobres rojos y barrer todo lo malo, sacarlo por la puerta de atrás y esperar un año de suerte y prosperidad. Majicos los chinos, peores nosotros












Desde Beijing, una europea, de repente.