martes, 29 de abril de 2008

Man man lai

Sólo puedo dar las gracias por la suerte que tengo, sonrío por ello.
Este fin de semana he vuelto a recuperar la paz. Paseo por Nurenjie, un lejano oeste en mitad de Pekín. Ahora de nuevo toca la vuelta a la rutina, recordar y vivir.

Mañana parto para Xinjiang, una ruta de la seda en cinco días, muy poco tiempo para conocer lo que en su día fue la mayor vía de comunicación de la tierra, paisajes inhóspitos y población Uygur. Dunghuang, Turpan, Urumqi, Kashi, Urumqi y vuelta a Beijing. Ése es el plan, aunque dada la experiencia por el sur de Yunnan nunca se sabe cómo saldrán las cosas. De momento las aventuras siempre han salido bien, los conjuros me protegen.

La primavera pekinesa es difícil de sobrellevar, la presión atmosférica y las partículas del aire hacen que cueste respirar. Hoy estoy cansada. Tarde preparatoria de viaje y lectura.

Cuando vuelva ya será mayo, mi hermana y mi madre casi estarán de camino. Primera parada Delhi, yo os esperaré aquí en Pekín.

miércoles, 16 de abril de 2008

Suerte


En esta vida hay que sonreír. Y en aquélla, pues también.

Hoy me vuelvo a acordar de India, coincidiendo con el paso de la llama por Delhi. Ay la llama olímpica. Lo que nos vamos a comer con los juegos. Visados restringidos, incluso para turistas, obras obras y obras, polvo, subida de precios, invasión, incoherencias, injusticias, noticias que son, noticias que no son.

Mañana se estrena " ¿A quién le importa?", gran obra de teatro de mi querida hermana. Durante mi estancia en Delhi tuve la suerte de poder asistir a los ensayos.

Lugar: School of Social Science Auditorium, Jawarhalal Nehru University
Hora: siete de la tarde
Escrita y dirigida por María López González

Después de la obra habrá un high tea, así reza la invitación "the play will be followed by high tea", yo entiendo que es un té con bang. Recuerdos holísticos de holi, que no del holismo.

Pues eso, que a mí mucho no me importa, porque llevo torta.

Ayer murió Edward Lorenz, uno de los padres de la teoría del caos. De lo simple a lo complejo, lo determinado e indeterminado. Los fractales. Árboles, nubes y espirales. Casualmente, ¿no será causalmente?, me acuerdo del misterio del solitario. Lo cual me lleva a muchos más misterios. Y señales, ¿son o no son? Yo sigo encontrándome clips y naipes.

domingo, 13 de abril de 2008

Electra


Siguiendo en mi línea de intolerancia hacia las aves trepadoras he decidido comentar un poco de mi vida pekinesa sin mentar a los pobres de espíritu.


Esta semana ha sido muy de parques y paseos, de sol y primavera. Ayer me fui con Pili a Nanluoguxiang a desayunar en una terraza, al calor del sol matutino. El aire estaba lleno de pólenes varios en suspensión pero sorprendentemente mi alergia aguantó. El plan era ir a la zona del museo de arte nacional y comprar pinturas, lienzos y demás para dar rienda suelta a nuestra vocación frustrada. Intención convertida en acción. Por primera vez en mucho tiempo cumplo alguno de mis planes. Desde que llegué a Pekín no he dejado de proponerme cosas y apenas he hecho una cuarta parte de las mismas. Lo mismo me ocurría en Madrid, la verdad, es muy de mí, qué se le va a hacer. Todo es empezar y aprender. En ese camino sigo.


Hoy por la mañana de camino a la oficina una señora se ha caído de la bici en el cruce con un semáforo. Ningún chino ha reaccionado, miraban impasibles cómo la mujer se quedaba tumbada boca arriba sin mover ni un miembro de su cuerpo. Yo me he acercado y he levantado su bici. Luego me he acercado a ella para levantarla. Ha sido entonces cuando se ha acercado uno de los chinos que estaba observando la escena, como otros quince más que había allí. No entiendo los modales de estos chinos, no se ayudan nada entre ellos. Las colas son otra historia, aquí nadie respeta una fila. Es cierto que en España también está la típica señora mayor ansiada que hace todo lo posible por colarse, pero no es lo mismo. Esto hay que vivirlo para ver el descaro que tienen muchos de los pequineses.


Por último: están tirando Pekín, manzanas enteras para construir centros comerciales. Estoy muy triste. De nuevo compruebo que el poder de las aves trepadoras se erige sobre cualquier otro. Vaya, prometí que no hablaría más de ellos.

martes, 1 de abril de 2008

Como dijo Carl Jung...

"Los adoradores de la consciencia suprema, son de hecho los esclavos del ambiente, se compran coches, casas y sexo, tienen que ser mirados porque ellos en realidad no ven nada. Los otros, los que ven, son desbordados por una existencia psíquica que difícilmente puede trasmitirse, y suelen sucumbir en eso que llamamos realidad."

Gracias señor Jung.

Demasiado esfuerzo por conseguir algo, algo que no vale, para mí no. Vuelvo a la intolerancia de actitudes ante la vida, lo siento, me causa estrés lidiar con los asuntos diarios, con ver quién es el más, el que más alto llega, el que más gana. Basta, por favor. Miraré desde la barrera, como hago siempre. No puedo más. Me retiro del que era mi único cometido en estas situaciones: pensar sobre ello. Demasiado triste y sinsentido como para dedicarle más minutos. Los vicios amos y señores de pobrecitos ellos, la ambición ignorante, muy ignorante; la ceguera absoluta.

Dedicaré esfuerzo al estudio y a observar. La felicidad no la necesito. Y eso es bueno.

Mis disculpas, todavía tengo que aprender. Hoy lo veo todo claro, anda que no me queda...Eso sí, de mí no me muevo.