sábado, 20 de diciembre de 2008

Aleceia


Vino Suso33 al Cervantes, junto con Frank T, graffitis de uno mientras el otro actuaba junto con otros raperos chinos.

He empezado a hacer la mudanza, varios viajes de mi casa de ahora a mi casa de mañana con maletas llenas de libros y mantas de colores.

Muchos de los amigos que estaban aquí han regresado a España y la semana ha sido un sinfín de despedidas y fiestas, bailes en las MacIndie nights del KaiBar y nuggets de pollo a las seis de la mañana antes de regresar a casa.

Ayer fui a un curso de cocina italiana con un amigo que me invitó ya que le había tocado el curso como premio que daba una revista a la mejor historieta. La suya.

Por penúltima vez he ido a un masaje chino de ciegos, de los que me gustan a mí. Mi espalda está fatal y parece que los masajes chinos consiguen que vuelva a circular la energía por mi cuerpo.

Ahora mismo veo un documental sobre la La Gran Marcha del Ejército Rojo.

Mañana Darío coge un avión para Pekín.

En 9 días estaré pisando suelo español. Creo que besaré el suelo como hacía el Papa.

lunes, 15 de diciembre de 2008

苏州最美的树

¡El árbol más bonito de Suzhou!

viernes, 12 de diciembre de 2008

Botas, sardinas y pantalones


La luna llena amenaza como siempre contra mi buen estado de ánimo. Que sí, que estoy bien, que me he convencido, que lucharé por los hombres buenos y mis quehaceres, que son muchos. Hoy es mi tercer día de vacaciones sin viajes ni actividades varias. Simplemente yo. Precisamente yo. Sólamente yo. Así una que ha podido dormir, ha salido de paseo y ha pintado tras un año sin coger un pincel. Ni que fuera pintora llevada a la esterilidad creadora, no. Pero vamos, que siempre me gustó pintar, eso sí, durante una hora o dos, que luego me canso, inconstante que soy.

En China resulta que no me canso, me he motivado y me quedaré un año más, estudiando chino y ¿algo más? Sí, mucho más, caminando y cruzándome con todo tipo de conductores de carros llenos de cachivaches (homenaje a mi amiga Lu), viendo a los niños con el culo al aire, las abuelas y sus bailes, y las cometas.
Hace ya dos fines de semana marché a uno de mis últimos viajes chinos del año. Doce horas de tren, bebés al borde de la deshidratación, madres que no les quitaban las cinco capas de abrigos de lana (eso sí, bien que llevaban el culo al aire, los pantalones de bebé abiertos por el culo son el pan de cada día aquí en China), llantos en el vagón, imposibilidad de conciliar el sueño. Cinco amigos y la ciudad de Suzhou y el pueblo de Zhouzhuang. Poco turista y mucho desplazamiento en carricoche. Diversión máxima en la llamada Venecia de Asia (tantas Venecias en el mundo, cuando fui a San Petersburgo se decía lo mismo de la ciudad, "La Venecia del Norte", creo que de Amsterdam también se dice algo parecido y en Macao los chinos han hecho un hotel que es la Venecia de cartonpiedra. Por no porno hablar de la little Venice de Dubai, muerte en vida).
Pues bueno, siendo como sea y se parezca a lo que se parezca Suzhou ha resultado ser un lugar que bien merece ser visitado, sí sí, aquí en China donde tantos sitios desilusionan al turista, que suele esperar nosemuybienqué. Un templo, otro; visto uno, vistos todos; frase esta megautilizada entre muchos de los que se encuentran aquí por un tiempo razonable, véase un año. Yo aguanto estoica. Bueno, más que aguantar, paso el tiempo. Si aguantara el simple hecho de usar este verbo (aguantar) implica un sufrimiento. Y de momento no sufro.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Dawn, noon, sunset and twilight


Me río, y no es por no llorar. Tan cómica es mi situación ahora que me río. Queda un mes para que termine mi etapa oficinil y mientras desaprendo muchas cosas aprendo de todo lo demás.

Tengo ganas ya de pasear por el Prado y por el Retiro, ir al jardín botánico y dar abrazos a los árboles de tronco blanco, véase el Tilo, buen árbol, buenas energías. Como uno de mis últimos días antes de venirme a China, fui al Botánico y luego me quedé en un banco de piedra escribiendo en mi moleskine cosas varias sobre el año venidero. No me equivoqué, todo ha salido bien.

Mientras, me pregunto si en España me dará tiempo a ir a todas las exposiciones que me apetece ver y ponerme al día en nuevas películas (aquí ya estoy un poco harta de comprar DVDs, por muy baratos que sean, la selección es escasa y pobre en variedad, cuesta lo suyo encontrar una película decente entre tanto boom de Hollywood, pero bueno, que esto es China y no nos podemos quejar). Por lo menos en estas últimas semanas he podido ver alguna que otra cosa interesante. Lo mejor, en la Galería Paris-Beijing Photo Gallery, exposición del fotógrafo canadiense Edward Burtynsky, fotografías centradas en la temática industrial y los nuevos paisajes que conforman las fábricas, astilleros, grandes construcciones y megaestructuras en China. Las fábricas de Guangdong junto con las vidas de sus trabajadores es el tema central de su documental Manufactured Landscapes. Hablando de documentales: gracias a una amiga, ayer también vi "Young and restless in China", que muestra la vida de nueve jóvenes chinos, gente con inquietudes, opiniones diferentes y ambiciones varias. Aquí en China la gente se preocupa cada vez más y más por el trabajo, tener éxito y por fin, dinero. Eso, en una cada vez más creciente clase media alta. Sin embargo, hay que conocer lo que llamamos la China profunda para ser conscientes de que esta nueva realidad aún está muy lejos de afectar a todos, que en muchos lugares de este país se puede decir que la gente vive respirando los aires del medievo, como el pueblo al sur de Yuanyang, en Yunnan, donde la gente aún utilizaba la técnica del "agua va" y la totalidad del pueblo (unas treinta personas, no calculo más) al amanecer se dirigía a unos urinarios públicos situados en la ladera de la montaña donde los excrementos de cada cual se dirigían montaña abajo.

martes, 25 de noviembre de 2008

Astenia

Huir de los imitadores de vidas y crear una original, que sea mía y de nadie más. Ayer soñé con el despertador, un amanecer enérgico y una vida harto aburrida, no quiero eso yo. Me he despertado en mi casa, la que ya sólo por un mes más será mi casa. ¿Y después? Ya tengo casa nueva, oye mira, al lado del segundo anillo, en un bloque de pisos chinos, todo más de aquí. La decisión está tomada y yo la respeto, que para eso la he tomado yo. Y él. Los dos juntos, como se deben hacer las cosas.
El mes que resta es insufrible, oficinísticamente hablando, por lo demás está bien, tranquilidad necesaria, un poco de introspección y otro poco de lectura antes de dormir. Un año de no trabajo puede ser un año de estudio, ya lo empezaba a echar de menos, con lo poco constante que soy y lo que me gusta, mi eterna contradicción, el proyecto del proyecto.

- ¿Hoy qué vas a hacer?
- Voy a intentar ponerme a estudiar. [ojo, no ya a intentar estudiar, si no a intentar ponerme a estudiar, el intento del intento] Que no puede ser vaya, que mi cabeza la tengo para otra cosa, y mi vida también.

Me piden algo con urgencia, después de la nada, la urgencia. Siempre es así. Me adapto y adapto. Me he vuelto camaleón sin perder mi yo. Eso está bien. Ahora mi yo más yo es mi capacidad de adaptación y mi poca queja. Sólo me quejo de los imitadores. No me gustan.

Gracias a una compi de aquí me ha llegado un interesante artículo sobre la democracia en China, totalmente de acuerdo que estoy.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Sueño de una noche invernal


Hoy se ha marchado Lu, me he despedido de manera muy fugaz en la puerta de Sun City, allí donde vivo, entre lágrimas y sonrisas. Otra persona que quiero y que se marcha, que viene a visitarme y con quien puedo compartir realmente todo lo que siento. Mi visión y pensar, alguien que me conoce y me comprende. Y sobre todo las risas. Hacer el friki cuando llegamos a casa viendo French and Saunders. Qué envidia Londres, cómo me gustaría volver allí, la ciudad que ha sido mi casa durante muchos veranos, por Kensington Church, Kensington Court, Holland Park y Bayswater. La universidad de Westminster, al lado de Baker Street, el paseo que daba desde mi casa hasta el campus de Marylebone. Año de erasmus atípico el mío, perfecto en cualquier caso. London siempre da para mucho y más.

Ayer fue uno de los días más largos de mi estancia pekinesa:
- Amanecer a las siete (un domingo sí, no sé porqué me hago tanto daño).
- Ir hacia la universisad de Wudaokou para examinarme del HSK (Hanyu Shuiping Kaoshi), examen de nivel de chino.
- Pasarlo mal durante el examen, no enterarme del reading e inventarme unas cuantas respuestas.
- Volver hacia Chaoyang, nuestro barrio, y desayunar-comer un bocadillo de bacon y emmental que me dejaría el estómago roto para el resto del día.
- Quedar con Lu y marchar hacia Qianmen a dar nuestro último paseo de despedida.
- Caminar, caminar, caminar: Qianmen, Dazhalan, Xuanwumen, Niujie, mezquita de la vaca y templo budista encantador, hutonear un poco más y ver la casa de Mao, allí entre obras y escombros, un lugar que descubrí por casualidad durante el mes de agosto, en un día de yo, de boicoteo olímpico y de "me voy sola a caminar que paso de todo y de las olimpiadas más".
- Regresar a casa y dormir minisiesta.
- Salir de casa y cenar en un restaurante de Yunnan.
- Ir a nuevo bar y jugar al futbolín y a los dardos.
- Volver a casa y ver vídeos en youtube, partirme de risa.
- Poner el humidificador( vuelvo a tener heridas y manchas, a tope de dermatitis numular provocada por la sequedad radical de esta ciudad en invierno).
- Dormir. Qué gran placer, con lo que me gusta y lo poco que lo hago. Dormir.

Pues eso, nuevo bar, sí sí, ayer descubrí un lugar maravilloso en Beijing, es lo que tiene esta ciudad, siempre hay sitios nuevos, magias por descubrir. Lo bueno de este gran lugar es la música, para mí una de las cosas más importantes. Recuerdos del Supersonic, Top of the Pops, Moloko y Sideral. Un mes y medio, queda poquito, Madrid Madrid.

Creo que es necesario este vídeo de Youtube, French and Saunders, me he vuelto fan del todo. Parodia de Bjork, muy diferente a la de la Hora Chanante, me encuentro sumida en un dilema.

http://es.youtube.com/watch?v=Q4qwyq3YYtI

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Mad World

Mi amiga Lu anda perdida por Pingyao, pueblo remoto de la provincia de Shanxi, que no Shaanxi (allí donde los guerreros). Mientras tanto yo dejo pasar las horas de Oficina porque a estas alturas ya poco me queda por hacer. Lo que toca ahora se llama incertidumbre y la mejor forma de combatirla es la apertura de mente. Así paso el día, relativizando, pensando en otras vidas fuera de lo que se espera que sea la norma. ¿Quién lo espera y qué norma? Porque caminos hay muchos y todos en paralelo, no hay uno central más ancho para el emperador y otros laterales para el resto del pueblo (tal y como sucede a la salida de la Ciudad Prohibida). Mi árbol de decisión sigue ramificándose y yo sigo hacia delante mirando hacia atrás de tanto en tanto. Creo que acabaré en el reino de Olar con el príncipe Almíbar. Qué alegría que la señora Ana María Matute haya ganado nuevo premio.



http://es.youtube.com/watch?v=DR91Rj1ZN1M
http://es.youtube.com/watch?v=SmVAWKfJ4Go&feature=related

lunes, 10 de noviembre de 2008

Nieblas y frío

Mi pequeña y gran amiga Lu ya está aquí, conmigo, con sus paseos locos en bici y nuestras partidas de cartas absurdas. El pasado domingo viajamos ella, Darius y yo a Chengde, pueblo a unos 250 km. de Pekín. Se tardan de cuatro a siete horas en tren, y unas cinco horas en autobús. Conclusión: vayamos en tren, y regresemos en bus. Conclusión: es como ir y volver en el día a Barcelona desde Madrid. Ea, cosas que nunca se harían allá en el homeland, hoy las hago sin cesar en mi nuevo destino. Bueno, ya no tan nuevo.

Chengde tiene templos tibetanos que rodean el parque de descanso y de caza de los emperadores de la dinastía Qing, allí vivió Cixi, la primero concubina y después madre del siguiente y cuasi último emperador (antes de Puyi habría aún dos más). Una mujer que siempre me interesó, mala, buena, loca, si bien las grandezas del Palacio de Verano y su gran barco de piedra se deben a esta mujer. Etapa convulsa de la historia de China, la pérdida de los puertos comerciales ante Europa, la firma de tratados humillantes que cedían el terreno a ingleses, alemanes y franceses. El levantamiento de los bóxers. Véase Tianjin, hoy ciudad industrial terrible que sin embargo aún conserva rincones que bien pueden recordar a London (exagero lo sé, pero es demasiado tiempo lejos de casa).

Las horas pasan y los días también, me encuentro en un estado de desidia laboral que veo difícil de superar. Ya no me queda nada en el convento, un mes y medio, madre mía. Seamos valientes, hay que salir del huevo y en eso estamos, creciendo y viviendo, la vida es corta, no es para andar preocupada por banalidades, dineros, tipos de cambio y demás. Lo importante lo tengo. Ahora queda cuidarlo y mantenerlo, qué fácil es cuando es fácil.

De pronto me ha asaltado un pensamiento: la convicción de que aquí en China los abuelos son más felices que en ningún otro lugar del mundo, son respetados, salen a la calle, se juntan en los parques, juegan, hablan, van con sus nietos de paseo, sonríen. Sobre todo eso, sonríen.
Darío y yo hemos decidido por ello volver en nuestra edad dorada a este gran país para jubilarnos (jubilación de no sé qué trabajo de momento, pero alguno llegará). Pues eso, para jubilarnos y mientras, volar cometas, cotillear con otros abuelos y andar pasito a pasito con pijama y pantuflas por la calle. Si con suerte podemos tener un carricoche chino entonces él conducirá y yo iré atrás sentada de espaldas a él mirando de frente a los coches. ¿Quedará alguna bici en Beijing dentro de cincuenta años?


sábado, 1 de noviembre de 2008

Noches de bohemia e ilusión

Hoy he perdido mi cartera, me la han robado en el Starbucks, allá donde sólo van guiris, aquéllos con la moral tan chunga como para querer sustraer los bienes ajenos. En cualquier otra parte de China esto no habría pasado, bueno sí, en Inner Mongolia, donde en el frío de la noche también fui víctima de un vástago de Gengis que osó quitarme el forro polar. Creo que en Madrid el año me habría ido peor.

La noche se ha truncado por este hecho y la pequeña Kilisi, Darius y yo hemos regresado a casa, nos hemos tomado un vino pamplonica y pasta del Annies. Hemos construido un Hutong, con tan mala suerte que un gato de la suerte y un león oriental han atacado nuestra recién terminada obra.

Por hoy nada nuevo que contar. Buñuel es lo más.



lunes, 27 de octubre de 2008

De vuelta, comenzamos

Terminó el Foro, termina ya casi el mes de octubre, mes de bodas, fiestas, vida en común con mi otro yo y muchos lugares nuevos de mi Beijing querido. Las colinas fragantes, el trekking de cuatro horas por la muralla, de Jingshaling a Simatai. Recuerdos de hace un año, cuando llegué, el olor del frío y los pinchitos de cordero, las clases de chino y mis amigos, las tardes de mails y conversaciones por skype.
Ayer vi una gran película, Wall-E, qué bonito pensar que dentro de 700 años los seres humanos serán bolas de carne sin apenas huesos para sostenerse de pie. Así hay ya casi algunos, fuera del mundo, sin mirar qué hay delante, sin pensar en lo que se ha vivido.

En medio de la crisis global y la incertidumbre, nuestro euro cada vez vale menos, y el yuan está fuerte como un toro. Ya no me separo de mi bici, fuera los taxis, más comida china y menos restaurante occidental. La humedad 0% vuelve a causar estragos en mi piel.

Un año más aquí, así lo quiero yo. ¿Cómo y dónde? No lo sé. El porqué sí lo tengo claro.


lunes, 6 de octubre de 2008

Totoro! Totoooooro!

De momento sólo diré que viva Kyoto y Tokyo, uno de los mejores viajes que he hecho por aquí. Volveré cuando dejer de ser frita (o freída, ambos valen al contrario de lo que pueda pensar la mayoría de la gente) por las hormigas trabajadoras.

lunes, 29 de septiembre de 2008

De las moscas del mercado


Ellos te castigan por todas tus virtudes. Sólo te perdonan de verdad - tus fallos. Como tú eres suave y de sentir justo, dices: "No tienen ellos la culpa de su mezquina existencia. Mas su estrecha alma piensa: "Culpable es toda gran existencia". (...) Huye, amigo mío, a tu soledad y allí donde sopla un viento áspero, fuerte. No es tu destino el ser espantamoscas.

Así habló Zaratustra.

Y me marcho a Japón, hoy no, mañana, hoy a Shengyang, ya cerca de Corea del Norte, allí donde estuve ayer negociando con los negociantes, de nuevo protagonista de una Ópera que nunca me aprenderé, sin embargo, ya estoy tranquila, estoy, aprendo, escucho, disiento.

Nos vemos el lunes hormiguitas.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Vivo

Muchas cosas en el último mes, muchos viajes, mucho ajetreo en la oficina, ya llega el otoño, aire respirable por las noches.

Mongolia Interior, Hong Kong, Xiamen, Guilin y Yangshuo, así han sido mis últimas tres semanas, viendo la estepa verde y las yurtas mongolas, viajando a Hong Kong para encontrarme con mi señor y con los barrios atestados de gente, rascacielos y tranvías; viaje a Xiamen, allá en frente de Taiwan, para trabajar y luego también disfrutar. Por último, Yangshuo, navegar por el río Li y montar en globo, justo coincidiendo con las fechas del festival de medio otoño en China, luna llena y magia en todas partes. Allí estábamos las tres, en la cumbre de la Moon Hill, observando un paisaje único.
Intento recuperarme de tanto agotamiento y asimilar tantas sensaciones y emociones. Casi treinta kilómetros en bicicleta por la China profunda junto a unas compañeras de viaje insuperables. Gracias.

domingo, 17 de agosto de 2008

Un verano sin

Mi vida durante los JJOO se limita a estreses absurdos por conseguir entradas que realmente no quiero y paseos por la ciudad por los rincones no olímpicos. Ayer conseguí escaparme de los americanos ansiados y pasear por un Pekín totalmente desconocido para mí. De nuevo la sensación de no controlar nada, de estar en un lugar hostil, sentir las miradas sobre mí, a veces amables, otras curiosas.
Más allá del barrio musulmán y su mezquita, se encuentra uno de los templos budistas más antiguos de Pekín. La estructura, como todos los templos chinos, parece un poco el origen del famoso templo de los lamas: las torres de la campana y del tambor, una a cada lado de la entrada, un primer altar y un primer buda, en los extremos los pasillos con otras salas de oración, siguiendo la línea recta central se suceden los templos con estatuas y sutras (por cierto, de los más antiguos de China), para terminar en un edificio de mayor tamaño, con un buda tumbado tallado en madera. Flores de loto y árboles. Y nadie más. Y nada más.

martes, 12 de agosto de 2008

Llantos y risas

Cándido, el monje Tang, Ulises, Don Quijote, Marco, Gulliver...todos tuvieron viajes mucho más complicados. Miremos hacia delante. Tenemos suerte.

martes, 5 de agosto de 2008

Creciendo, difícil

Me gustan los correos spams que me llegan últimamente a la ofi. El último de ellos:
"A man of good will with a little effort and belief in his own powers can enjoy a deep, tranquil, rich life -- provided he go his own way. He need not and should not think of making a good living, but rather of creating a good life for himself. To live one's own life is still the best way of life, always was, and always will be." Henry Miller
En estas cosas ando mientras veo que el cielo de la ciudad clarea por momentos. Será porque mañana llega ya la realeza española a disfrutar de los Juegos Olímpicos. Yo prefiero recordar mi fin de semana en Xian, uno de los fines de semana que mejor he pasado en China, por la ciudad, por la compañía, por montar en bici tandem, mil detalles maravillosos, el barrio musulmán, los grillos cantores, su gente, la nuez moscada, el aire de pueblo. Indagaciones sobre el archaeopterix y el australopithecus boisei, ideas todas estas que salieron a colación durante nuestra visita a la tumba del emperador Qin Shi Huang (unificador de China y muchas cosas más), obra colosal la de su tumba y ejército protector (terracota men, conocidos por todos), y menos mal que eran de terracota, que de ser por el emperador habrían sido soldados vivientes enterrados con él para que no pasara miedo durante su viaje al más allá. Tanta crueldad derivó en la furia de los granjeros que decidieron quemar el palacio una vez terminado el mausoleo. Porque eso sí, al ejército lo libró de la muerte, pero a todos los obreros que durante más de treinta años trabajaron en la construcción del mausoleo los condenó a muerte para que nadie supiera el secreto. Un poco como lo que se hizo en India, allá por Agra, un tal Shajehan con su obra, el Taj Mahal, cortemos las manos a los obreros constructores, para que nunca puedan replicar una obra como ésta. Un gesto bastante cruel por parte de alguien que edificó tan magna obra para su mujer amada y muerta.




No tengo palabras. Qué gente tan mala. Pero ... y lo que nos gusta visitar las grandes obras fruto de la explotación y tiranía de los gobernantes ¿qué? No comentaré más. Allá cada uno que se lo piense.
Pues eso, yo me quedo con el terracota General, el único que tiene la cara sonriente y la tripa gorda.

Me voy a casa, ayer me picó un mosquito gigante en el distrito del arte, y tengo la rodilla que arde mamá.

martes, 29 de julio de 2008

De masas y masillas

Ayer estuve en una clase para aprender a hacer los noodles de la longevidad y los jiaozis típicos chinos, rellenos de cerdo con jengibre y de setas con huevo. Todo ello aderezado con aceite de sésamo y cacahuete, no sin antes haber condimentado bien con polvos de caldo de pollo concentrado y otro tanto de sal. Los chinos son así, violentos con la comida. Y yo también soy así, perezosa y vaga en lo que a asuntos culinarios se refierte. Soy de la filosofía materna, cocina fácil y sencilla, que no por ello peor o menos sabrosa.

Tres horas que me pase dándole a la masa. Me acordé del rey del Tallarín, allá en los Madriles, detrás del Edificio España y cerca de la Taberna Mozárabe. Creo que en frente está el Rey del Pollo Frito. Ay los sitios de Madrid. Un poco más hacia delante se llegaría hasta Noviciado y luego subiendo por la calle Pez y luego a la izquierda al sitio de croquetas más rico del mundo. Jo...La calle del Pez, esa que debe su nombre a la casa del Pez. Creo que ahora la han reformado pero todavía se puede ver un pez chiquitito en la fachada.


domingo, 27 de julio de 2008

Historias para no dormir

Ahora solita tras la llorera por la despedida de mis amis, qué bonito que vengan de visita los amigos de siempre, no notar que han pasado casi ocho meses sin volver a casa, que todo es como siempre, que los bailes con abanicos se disfrutan igual y las risas salen solas, qué bien, qué felicidad. Vuelta a la realidad hoy, no es tan dura, no pasa nada, un paso hacia delante y luego otro. Ya está, respira hondo.

Durante estos meses he aprendido a liquidar de forma paulatina mi bola de domingo, basta ya, nunca más. Ahora vienen otras bolas, presentes durante toda la semana, qué hacer el año que viene, cómo, cuándo y porqué. Bueno, tranquilidad, el genio viene en breve, es todo lo que necesito, aquí le espero, lo demás, importa lo que importa. Mientras, he decidido perderme entre historias de alquimia, antropología e historia china. Algún hanzi que otro también aprendo. Buf, cada vez más cuesta arriba, como el pobre Sísifo, este esfuerzo para nada.

Pekín, Pekín, Pekín, a veces me lo tengo que repetir varias veces para ser consciente de dónde estoy. Ah! Sí, sí, es verdad, en Pekín: con sus Juegos Olímpicos y su lema "One world, one dream" "周一个世界, 周一个梦想", y qué sueño común será el que tenemos...Dudo de los sueños de algunos, mejor quedémonos como estamos, cada uno en su realidad, que el lado oscuro y mezquino está mejor donde está, y yo no quiero saber nada de ambiciones y bajezas. Como reza el I-Ching, seamos mejor número nueve en el quinto lugar, cuando el dragón vuela alto sin haber caído aún en excesos. Así quería ser siempre el emperador, sin llegar al nueve seis, cuando el dragón es arrogante y vuelve a lo más bajo, si llegamos a la cima más alta lo siguiente que toca es la caída. Obviedades estas en las que hay que pensar.

jueves, 24 de julio de 2008

Amenaza tormenta, amenaza desidia

Días de no sé, de me quiero marchar, de esto ya no hay quien lo aguante. Días de qué bonito, qué bien me lo paso por las noches, qué ganas de bailar tengo.

Así estamos, entre cursos de I-Ching y misiones no cumplidas, véase la búsqueda de entradas para los JJOO. Yo que me había propuesto hacer cola al más puro estilo fan de Riky Martin (ser horrible que merece morir, todo sea dicho)...Imposible, contra los chinos no se puede competir. Desde hacía tres días ya estaban todos apostados en las puertas de las taquillas para hacerse con las entradas que han salido en esta cuarta y última fase. Aquí estoy, a dos velas. Yo que me había aprendido cómo decir en chino natación sincronizada femenina, 1500 metros masculino, gimnasia artística en suelo por equipos, bla bla bla.

Entre las cosas buenas está la visita de mis amigos de Madrid, muy breve eso sí, muy difícil ir a Pingyao, yo me quedé en Pekín, no sin haber intentado lo imposible. Resulta que por los JJOO (cómo no) han obligado a muchos obreros a retornar a sus ciudades natales. Todos, obedientes, han acudido prestos a la estación a comprar billetes. De ahí la imposibilidad de viajar en tren para el turista de a pie.

Por hoy nada más, me voy a hacer contratos, notas informativas y otros informes.



jueves, 10 de julio de 2008

Yendo hacia dónde

Hacia la ataraxia por ejemplo.

Ayer por fin fui al Teatro Nacional, también llamado "el huevo", para ver Aida. Y no sé muy bien qué decir la verdad. La puesta en escena me la esperaba más espectacular y el público me lo esperaba más solemne (los chinos no se enteran de media), pero bueno, la experiencia merece la pena, el edificio es una maravilla de la arquitectura. Bien por todos es sabido que me gustan mucho los Gehrys, Fosters, Nouvels, Calatravas, Niemeyers, Bofilles, Oízas, Wrights, Le Corbusiers, Miralles, Libeskinds, Hadids, Aokis y demás. Ver y soñar con haber sido. Me conformo con mirar un poquito.

Pues bien, el huevo es obra del francés Paul Andreu, quien ha causado mucha controversia: un teatro nacional para China, de estilo futurista justo al lado de Tianamen y la Ciudad Prohibida.

Sobre Aida: me quedo con unas niñas chinas de no más de siete años que hacían las veces de esclavas etíopes de Amneris. Para ello se les había puesto una peluca de pelo negro rizado fosco tipo africano caníbal (faltaba el huesito) y hacían bailes que culminaron con el aplauso del público al más puro estilo de actuación colegial para los padres (saludaron al público y todo, en mitad del segundo acto...). Un sinsentido colosal.

Guapos, buen fin de semana. Quiero coger el coche y marchar a Santa Cruz. Pero no, no puedo, que mañana en Houhai me toca correr los SanFermines.

lunes, 7 de julio de 2008

Y digo yo...y dice el tao:

La gran mayoría de las personas
qué vacía y mal se siente,
porque usa las cosas para deleitar su corazón,
en lugar de usar su corazón para disfrutar de las cosas.

Así es y cada vez más. Tristemente.

A pesar de la sucia y persistente bruma-calima de Pekín intento reconciliarme con los elementos y disfrutar de lo que esta vida me ofrece. Una clase de taichi en el parque, intentando desarrollar mi yang, porque resulta que yo estoy muy yin. Ahora me ha dado por comer lichis, fruta muy apreciada en China, a pesar de tener mucho fuego. Nunca es bueno el exceso de fuego interno, en el equilibrio está la salud. Así pues, para compensar mi fuego, bebo té verde.

Así de simples deberían de ser las cosas. Todo depende del cristal con que se mire.

miércoles, 2 de julio de 2008

Hapiness...is a warm gun!

Como cantarían los Beatles, el gran White Album.

Hoy he leído en el China Daily que la gente de este mundo está cada vez más feliz. Según los últimos datos de una encuesta, que ya lleva años realizando la Universidad de Michigan, la nación más feliz es Dinamarca, la menos feliz Zimbabwe. No sé qué criterios habrán escogido para medir la felicidad de una nación entera, creo que esta encuesta es un absurdo monumental.

Por mi parte yo hoy ando un poco más feliz, por la tard, después de mi clase de chino iré al Bookworm ya que se presenta un libro del periodista fotógrafo chino Liu Heung Shing, ganador del Pulitzer de fotografía.

¿ Y mañana? Al parque de Ritan a mi primera clase de Taichi.

domingo, 29 de junio de 2008

Xibanya!

No sabemos qué pasará. Lo que si sé es que mañana volveré a ir como un zombi a la oficina, con un sueño terrible y ganas de morir. Un último esfuerzo.
Fin de semana el mío más que aprovechado, me he levantado a horas muy decentes, he paseado por el Pekín nublado y sucio, he hecho fotos por rincones desconocidos para mí y he hecho la compra ¡bien! Me he reencontrado también con la comida china, llevaba mucho tiempo yendo a restaurantes occidentales y ya apetecían unos jiaozis.

Se va confirmando que la época más terrible para estar en Pekín es el verano. Una semana sin ver el sol, ¡una semana! La neblina panza de burra ya me está tocando la moral, empiezo a estar deprimida. Pobres deportistas olímpicos, que se preparen. Observen señores qué horizontes, qué cielos, qué asco.

martes, 24 de junio de 2008

Cielos azules, ¿dónde?


El cielo de Pekín está más negro cada día. Creo que al Señor de las Tormentas se le ha ido la mano con esto de los bombardeos y ahora no sabe cómo arreglar el descosido. Yo lo veo más bien un roto. Da igual que llueva cada noche, el ambiente está cargado como nunca antes.

Hoy cuando llegaba a la oficina me encontrado en la puerta con unos gaiteros que tocaban alegres ante la sorpresa de todos los chinos que paseaban temprano en su camino hacia el mercado. Resulta que la muralla de Lugo y la de China se hermanan. Qué bonito esto de los hermanamientos, a lo mejor han sido los gallegos los que se han traído la bruma para Pekín. En cualquier caso yo cada día estoy más agobiada por la llegada de los JJOO, lo sé, lo sé, ni que tuviera que participar en las pruebas de anillas y barras paralelas. Pero me agobio, yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré.

Hablando de los JJOO, los organizadores son gente sin corazón. Resulta que el hijo de mi profe de chino (más bien es antiprofe, porque no me enseña un cagao, pasamos casi todo el rato hablando en inglés...eso me pasa por coger a una laoshi moderna), eso, el hijo de mi profe de chino, un niño de seis años, ha sido elegido para participar con más niños en la ceremonia de clausura de los juegos. Me contó Gaoyun (Nube Alta, así se llama mi maestra, muy acorde el nombre con la ciudad de Pekín), que el otro día su querido hijo fue a hacer un ensayo al Nido, el estadio de moda. Los organizadores recogieron a los niños a las cinco de la mañana y volvieron a las doce de mediodía a casa. Cual fue la sorpresa de todos los padres, que los niños llegaron con ampollas en la cara y deshidratados (no habían bebido agua en las seis horas, a pleno sol). Eso sí, durante todo ese tiempo de duro ensayo y cánticos angelicales, los responsables tuvieron la cortesía de darles a las pobres criaturas unos chilis chinos, que creo que sientan muy bien para la insolación.

Muchos padres se han quejado y han dicho al Comité o quien sea que sus hijos no van a volver a pasar por ese suplicio. Mi profesora, después de dar aftersun a su retoño, decidió que el niño tenía que seguir yendo a los ensayos, que esta experiencia hay que aprovecharla. Pues sí, aprovechemos todos esta gran experiencia, que, como diría una Miss, China es muy bonita y la gente es maravillosa.

domingo, 22 de junio de 2008

Y no me importa, porque llevo torta

Y bien grande que es.
Quiero estar allí, donde el calor y la humedad, donde tampoco se puede ver el cielo por la neblina del desierto y las obras tampoco descansan, día y noche de trabajos, más polvo en el aire. No es Pekín, es Dubai. Una semana en el cielo, durmiendo, comiendo y leyendo. Ayer, regreso a China, de nuevo desgarrador para mi corazón, que ya se ha hecho mayor y sabe muy bien lo que quiere. El maravilloso avión de Emirates surcó de nuevo los aires para sobrevolar los terrenos inhóspitos, que tanto me gustan a mí: entre los cielos de Peshawar e Islamabad, entre la cordillera del Karakorum y la meseta Tibetana, más allá las estribaciones de los Himalayas. Y luego, Sache y Kashi, el mercado más lejano del mundo, allá donde nunca pude llegar en mi periplo xinjianés. Montañas, montañas, nieve, y después, el desierto.

Atardeceres que quedan a mi espalda, porque mi avión va hacia la noche: azul, verde, amarillo, ocre, naranja, bermellón, rojo, morado y gris. Gradación perfecta de colores. De los fríos a los cálidos.


No es por Deira ni Jumeira, es por ti, por eso mismo puede ser Dubai, Pekín, Toronto o Belmopán.

domingo, 8 de junio de 2008

Lorenzo y Catalina

Qué historia más triste la suya, que nunca se encuentran. Y encima a ella le toca trabajar de noche.



Amanece en Pekín, a las cinco de la mañana o antes. La atmósfera contaminada y densa que hay sobre esta ciudad es peligrosa. Nunca he visto soles tan raros como los de aquí. Soles, sí, cada día es uno distinto. Al menos para mis ojos. En este lugar pueden pasar muchos días sin ver el sol, otros días se intuye una bola de fuego entre la neblina, y los "días azules", sobre todo en verano, el sol quema sin piedad. Así está mi piel, hecha un desastre, adaptándose a los cambios de humedad 0% en invierno al 80% de verano. Cálculos a ojo, que conste. Así está Gebreselassie, que no quiere correr la maratón. Yo le entiendo.



Lunes de dolor, como todos, como debe ser. Pero esa es la gracia de la semana, cada día con su aquél particular. Últimamente mis días tienen demasiadas horas, activa casi 19 horas diarias, así estoy con el pelo cada vez más blanco, vivo demasiado tiempo despierta. Con lo que me gusta dormir. Mis contradicciones, me da pereza ir a dormir. También me da pereza beber agua.


Ya tengo proyecto para la semana, beber agua y dormir. No será fácil, otros planes se ciernen sobre mí: estudiar chino, cortarme el pelo, preparar maleta, pintar, ir a la ciudad de las fotos ... (algún día dedicaré un espacio particular para estas pequeñas ciudades dentro de la ciudad. Que yo sepa, en Pekín hay ciudad de fotos, ciudad de gafas, ciudad del té; mercados todos ellos, cada uno de su producto estrella; de ahí que también existan los mercados de la seda, de los animales, de electrónica, de la perla, etc etc. ) Un, dos, tres, responda otra vez.



Quiero ir al cine. A la calle Fuencarral, si fuera posible.


sábado, 7 de junio de 2008

Tres eran tres












Ya se han marchado... ¿Y ahora?
Qué difícil se hace Pekín a veces.

En una semana volaré nueve horas hacia la paz absoluta. El calor, las obras y la broma emiratí.
Me quedan los trasgos y los cuentos, allá en la barrera, desde donde me gusta ver las cosas. Así que son.
Gracias por acompañarme.

viernes, 23 de mayo de 2008

Madre y próspera


Después de su periplo por la India y Nepal, mi amada madre y adorada hermana hacen parada en Pekín. ¡Viva viva viva! Emoción descontrolada, nervios de niño chico que mueve las piernas y se balancea arriba y abajo. La temperatura es perfecta para mi madre lagarto, el calor y bochorno han desembarcado en Pekín, sin avisar, de la noche a la mañana, sin ton ni son. Los obreros duermen a sus anchas en las aceras, con las tripas gordas al aire. ¡Qué espectáculo por favor!

Hoy a la cama pronto, que mañana vienen las reinas magas. El triángulo de Venecia, de Arnedillo y de Menorca. Con la magia de Monte Esquinza a otra parte, a la China mandarina, a comer pomelos rosas, piñas y sandía.

Giro de 180 grados en el asunto. Esto va por Seúl, una ciudad maravillosa, paseos como hace mucho no daba. De nuevo, mi teoría sobre el círculo asiático se cumple. Cuando me libere de mis tareas de la terrible "exporting life" comenzaré con el tratado. Creo que se resumirá en un párrafo. No hace falta más. Claro y conciso. Muerte a las perífrasis.