miércoles, 24 de octubre de 2007

Di san Ke! Tian tan gong yuan


Hoy después de la academia hemos ido con una profesora loca al templo del cielo, otro de los cuatro templos de sacrificio que hay en Pekín (los otros, el sol, la tierra y la luna). Se supone que es el lugar más atractivo de Pekín, después de la ciudad prohibida y la gran muralla. El recinto y los distintos templos fueron construidos en 1420, allí las dinastías Ming y Qing realizaban sus rituales de sacrificio cada solsticio de invierno. Las simetrías son perfectas y todo gira en torno al número nueve, el número que representaba al emperador. Aparte de lo impresionante de los templos, el ambiente que se respira en el parque es lo que más llama la atención, lleno de chinos jugando a las cartas, paseando o volando cometas.

Existe un templo circular de 65 metros de diámetro que se llama Echo Wall, si dos personas se situan en dos puntos opuestos del mismo se pueden escuchar hablando en tono normal. Nosotros lo hemos comprobado y funciona aunque eso sí, hemos tenido que gritar un poco ya que estaba lleno de chinos gritando alrededor y dando palmas para escuchar el eco, eco, eco...

Intentaré volver un día pronto por la mañana para ver a los abuelos hacer taichi.

Marcho a hacer un poco de chino que hoy tenemos cena con una francesa y unos periodistas españoles que han venido de avanzadilla de los JJ.OO.

1 comentario:

Unknown dijo...

Que bonito!!!
Me han encantado las fotos, jo, quien pudiera estás ahí contigo.

Aquí ya es de noche, antes hemos hablado, ahora estarás tomando cañas. Escribo de foema inconexa.
La luna está preciosa, enorme y amarilla, me recuerda a algunas noches en madrid.
Me voy al barrio indio, a ponerme una inyección de vida.
Tal vez cene allí, algo gordo y un zumo, hoy me apetece sandía.
Te quiero pequeña Nenuca, mi niña.
Esta noche te pertence, como todas las demás.
Hasta mañana!!!