martes, 24 de junio de 2008

Cielos azules, ¿dónde?


El cielo de Pekín está más negro cada día. Creo que al Señor de las Tormentas se le ha ido la mano con esto de los bombardeos y ahora no sabe cómo arreglar el descosido. Yo lo veo más bien un roto. Da igual que llueva cada noche, el ambiente está cargado como nunca antes.

Hoy cuando llegaba a la oficina me encontrado en la puerta con unos gaiteros que tocaban alegres ante la sorpresa de todos los chinos que paseaban temprano en su camino hacia el mercado. Resulta que la muralla de Lugo y la de China se hermanan. Qué bonito esto de los hermanamientos, a lo mejor han sido los gallegos los que se han traído la bruma para Pekín. En cualquier caso yo cada día estoy más agobiada por la llegada de los JJOO, lo sé, lo sé, ni que tuviera que participar en las pruebas de anillas y barras paralelas. Pero me agobio, yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré.

Hablando de los JJOO, los organizadores son gente sin corazón. Resulta que el hijo de mi profe de chino (más bien es antiprofe, porque no me enseña un cagao, pasamos casi todo el rato hablando en inglés...eso me pasa por coger a una laoshi moderna), eso, el hijo de mi profe de chino, un niño de seis años, ha sido elegido para participar con más niños en la ceremonia de clausura de los juegos. Me contó Gaoyun (Nube Alta, así se llama mi maestra, muy acorde el nombre con la ciudad de Pekín), que el otro día su querido hijo fue a hacer un ensayo al Nido, el estadio de moda. Los organizadores recogieron a los niños a las cinco de la mañana y volvieron a las doce de mediodía a casa. Cual fue la sorpresa de todos los padres, que los niños llegaron con ampollas en la cara y deshidratados (no habían bebido agua en las seis horas, a pleno sol). Eso sí, durante todo ese tiempo de duro ensayo y cánticos angelicales, los responsables tuvieron la cortesía de darles a las pobres criaturas unos chilis chinos, que creo que sientan muy bien para la insolación.

Muchos padres se han quejado y han dicho al Comité o quien sea que sus hijos no van a volver a pasar por ese suplicio. Mi profesora, después de dar aftersun a su retoño, decidió que el niño tenía que seguir yendo a los ensayos, que esta experiencia hay que aprovecharla. Pues sí, aprovechemos todos esta gran experiencia, que, como diría una Miss, China es muy bonita y la gente es maravillosa.

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