viernes, 12 de diciembre de 2008

Botas, sardinas y pantalones


La luna llena amenaza como siempre contra mi buen estado de ánimo. Que sí, que estoy bien, que me he convencido, que lucharé por los hombres buenos y mis quehaceres, que son muchos. Hoy es mi tercer día de vacaciones sin viajes ni actividades varias. Simplemente yo. Precisamente yo. Sólamente yo. Así una que ha podido dormir, ha salido de paseo y ha pintado tras un año sin coger un pincel. Ni que fuera pintora llevada a la esterilidad creadora, no. Pero vamos, que siempre me gustó pintar, eso sí, durante una hora o dos, que luego me canso, inconstante que soy.

En China resulta que no me canso, me he motivado y me quedaré un año más, estudiando chino y ¿algo más? Sí, mucho más, caminando y cruzándome con todo tipo de conductores de carros llenos de cachivaches (homenaje a mi amiga Lu), viendo a los niños con el culo al aire, las abuelas y sus bailes, y las cometas.
Hace ya dos fines de semana marché a uno de mis últimos viajes chinos del año. Doce horas de tren, bebés al borde de la deshidratación, madres que no les quitaban las cinco capas de abrigos de lana (eso sí, bien que llevaban el culo al aire, los pantalones de bebé abiertos por el culo son el pan de cada día aquí en China), llantos en el vagón, imposibilidad de conciliar el sueño. Cinco amigos y la ciudad de Suzhou y el pueblo de Zhouzhuang. Poco turista y mucho desplazamiento en carricoche. Diversión máxima en la llamada Venecia de Asia (tantas Venecias en el mundo, cuando fui a San Petersburgo se decía lo mismo de la ciudad, "La Venecia del Norte", creo que de Amsterdam también se dice algo parecido y en Macao los chinos han hecho un hotel que es la Venecia de cartonpiedra. Por no porno hablar de la little Venice de Dubai, muerte en vida).
Pues bueno, siendo como sea y se parezca a lo que se parezca Suzhou ha resultado ser un lugar que bien merece ser visitado, sí sí, aquí en China donde tantos sitios desilusionan al turista, que suele esperar nosemuybienqué. Un templo, otro; visto uno, vistos todos; frase esta megautilizada entre muchos de los que se encuentran aquí por un tiempo razonable, véase un año. Yo aguanto estoica. Bueno, más que aguantar, paso el tiempo. Si aguantara el simple hecho de usar este verbo (aguantar) implica un sufrimiento. Y de momento no sufro.

3 comentarios:

La chica automática dijo...

¡¡Me tenías que haber dicho!! En Suzhou está la segunda Skoob del planeta Tierra. Y se supone que su colección de libros chinos escritos en los últimos cien años es harto asombrosa. Y tienen una cafetería que de alguna manera está hermanada con Nueva Zelanda. ¡Y Chris me contó todo esto después de volver de China!

nenuca dijo...

Por eso me quedo aquí un año más pequeña Lu. El año que viene volveré a la Skoob china y te contaré. Si quieres vamos juntas :).

La chica automática dijo...

Hoy mismo le he propuesto a Dani el Pelis que para verano nos hagamos el transiberiano, que ya va tocando. Y de Vladivostock a Beijing: saludar nunca está de más.