viernes, 28 de noviembre de 2008

Dawn, noon, sunset and twilight


Me río, y no es por no llorar. Tan cómica es mi situación ahora que me río. Queda un mes para que termine mi etapa oficinil y mientras desaprendo muchas cosas aprendo de todo lo demás.

Tengo ganas ya de pasear por el Prado y por el Retiro, ir al jardín botánico y dar abrazos a los árboles de tronco blanco, véase el Tilo, buen árbol, buenas energías. Como uno de mis últimos días antes de venirme a China, fui al Botánico y luego me quedé en un banco de piedra escribiendo en mi moleskine cosas varias sobre el año venidero. No me equivoqué, todo ha salido bien.

Mientras, me pregunto si en España me dará tiempo a ir a todas las exposiciones que me apetece ver y ponerme al día en nuevas películas (aquí ya estoy un poco harta de comprar DVDs, por muy baratos que sean, la selección es escasa y pobre en variedad, cuesta lo suyo encontrar una película decente entre tanto boom de Hollywood, pero bueno, que esto es China y no nos podemos quejar). Por lo menos en estas últimas semanas he podido ver alguna que otra cosa interesante. Lo mejor, en la Galería Paris-Beijing Photo Gallery, exposición del fotógrafo canadiense Edward Burtynsky, fotografías centradas en la temática industrial y los nuevos paisajes que conforman las fábricas, astilleros, grandes construcciones y megaestructuras en China. Las fábricas de Guangdong junto con las vidas de sus trabajadores es el tema central de su documental Manufactured Landscapes. Hablando de documentales: gracias a una amiga, ayer también vi "Young and restless in China", que muestra la vida de nueve jóvenes chinos, gente con inquietudes, opiniones diferentes y ambiciones varias. Aquí en China la gente se preocupa cada vez más y más por el trabajo, tener éxito y por fin, dinero. Eso, en una cada vez más creciente clase media alta. Sin embargo, hay que conocer lo que llamamos la China profunda para ser conscientes de que esta nueva realidad aún está muy lejos de afectar a todos, que en muchos lugares de este país se puede decir que la gente vive respirando los aires del medievo, como el pueblo al sur de Yuanyang, en Yunnan, donde la gente aún utilizaba la técnica del "agua va" y la totalidad del pueblo (unas treinta personas, no calculo más) al amanecer se dirigía a unos urinarios públicos situados en la ladera de la montaña donde los excrementos de cada cual se dirigían montaña abajo.

2 comentarios:

La chica automática dijo...

¡Ánimo Alisia! TSB

Antonio Bonet 安东尼 dijo...

salut compañera... tecleando espirales chinas en el google has aparecido sorpresivamente... a dia de hoy no se si estarás aún por Beijing... yo paso un par de semanas por aquí porque estoy preparando un reportaje sobre el español en china... me gusta mucho tu estilo... si quieres visitame en pocapoc