Últimamente me acuerdo de España en demasía.
Todo lo que veo tiene toque español. Ya empecé muy a principios de mi aventura chinesca a buscar paralelismos con Spain. Mutianyu era la Pedriza, el camino de Pekín a la Muralla, igualito que la carretera de Burgos de salida de la gran ciudad. Luego fue Xinjiang, la ciudad de Turpan, aridez total y parras y vides sin cesar. Recuerdos del monte Santacrucero, en las cercanías de Cuenca, las uvas pequeñitas, aún queda para la vendimia un rato, mi abuela y mi madre caminando por la tierra roja que se cuartea a cada paso. Pues bien, ayer creí estar caminando por la calle Génova de camino a Alonso Martínez. Esta vez no fue por las similitudes paisajísticas sino por los chinos. Volvíamos camino a casa Cris y yo, paseando y marujeando, destino al supermercado, para hacer compra rica y cenar sano.
Al igual que otras veces, en nuestro camino nos cruzamos con chinos haciendo gimnasia, andando hacia atrás, paseantes y paseadores de perros pekineses, locos en bici, vendedores de plantas, y así, un sinfin de adorables personajes que hacen que la vida en esta ciudad me guste cada vez más. Entre todos estos seres, unos obreros. Obreros chinos, que no tienen nada que ver con los de las Españas. Véase, no miran a las señoras, chicas, niñas al pasar. No gritan, no silban. Bueno, esto era hasta ayer, que sí silbaron. Cris reparó la primera en el detalle, yo no había sido consciente. Parece mentira que un detalle tan absurdo no se nos pasara por alto. Era la novedad. Tal conducta es rara en los chinos, muy rara.
Son ya muchos meses sin pasear por los madriles por las maravillosas obras de Gallardón, esas zanjas, los andamios, la búsqueda de tesoros, los nuevos pavimentos, los "no a la tala" (Tita, estoy contigo), los nuevos ejes, los túneles que tanto gustan, los parquímetros, las áreas peatonales, intercambiadores por doquier, estatuas que se quitan, otras que se quieren mover (ay Colón, quédate ahí hasta que vuelva), plazas iluminadas, Pepita Jiménez allá en Recoletos, siempre con la nariz partida. Valle Inclán sin sus gafas.
Y hasta aquí podemos leer. Mañana a Corea, ea ea ea.
El terremoto: en la oficina sentí el oscilar de un barco, mareo para el resto del día. Aunque lo que sucedió en Pekín da igual, hay que mirar 1.500 km. más hacia el oeste. Las cosas importantes.
3 comentarios:
Nena!! Las nenas made in madriz tb se acuerdan de tí!!!
Te echamos de menos!!
Besos gordos!!!!!!
Ah, se me olvidó firmar!!
Soy paty!
Mira por donde ayer mismo nos acordamos de ti en la celebración del clumple de inés, cómo hubieses disfrutado masqueperra!!!! comentando jugadas de nuestro paso por iberdrola: los grandes jefes que teníamos, las nuemerosas tareas encomendadas, mis sueñecitos frente al ordenador, papiroflexia for ever, Harry Potter, etc etc
En breve tendrás noticias nuestras para nuestra visita a tierras chinescas, la cual se producirá muy probablmente en julio.
Besos guapa,
JALI
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