Ayer estuve en una clase para aprender a hacer los noodles de la longevidad y los jiaozis típicos chinos, rellenos de cerdo con jengibre y de setas con huevo. Todo ello aderezado con aceite de sésamo y cacahuete, no sin antes haber condimentado bien con polvos de caldo de pollo concentrado y otro tanto de sal. Los chinos son así, violentos con la comida. Y yo también soy así, perezosa y vaga en lo que a asuntos culinarios se refierte. Soy de la filosofía materna, cocina fácil y sencilla, que no por ello peor o menos sabrosa.
Tres horas que me pase dándole a la masa. Me acordé del rey del Tallarín, allá en los Madriles, detrás del Edificio España y cerca de la Taberna Mozárabe. Creo que en frente está el Rey del Pollo Frito. Ay los sitios de Madrid. Un poco más hacia delante se llegaría hasta Noviciado y luego subiendo por la calle Pez y luego a la izquierda al sitio de croquetas más rico del mundo. Jo...La calle del Pez, esa que debe su nombre a la casa del Pez. Creo que ahora la han reformado pero todavía se puede ver un pez chiquitito en la fachada.
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2 comentarios:
Nena, espero que hayas aprendido a hacer bien los jiaozis!! Me encantan! Ya sabes que aquí chunguillo es encontrar algún sitio decente donde los sirvan!
Besotes enormes!!!
Paty
Ali!!!
chiquilla, que sepas que soy seguidora fiel de tu blog. Da gusto leerte!!
Cuidate mucho y disfruta de la experiencia... que aún te quedan mesecitos... yo por aquí estoy muuuuy bien, pero con la cuenta atrás y con un cachito de mí ya en España.
Un besazo.
Eva
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