Mi amiga Lu anda perdida por Pingyao, pueblo remoto de la provincia de Shanxi, que no Shaanxi (allí donde los guerreros). Mientras tanto yo dejo pasar las horas de Oficina porque a estas alturas ya poco me queda por hacer. Lo que toca ahora se llama incertidumbre y la mejor forma de combatirla es la apertura de mente. Así paso el día, relativizando, pensando en otras vidas fuera de lo que se espera que sea la norma. ¿Quién lo espera y qué norma? Porque caminos hay muchos y todos en paralelo, no hay uno central más ancho para el emperador y otros laterales para el resto del pueblo (tal y como sucede a la salida de la Ciudad Prohibida). Mi árbol de decisión sigue ramificándose y yo sigo hacia delante mirando hacia atrás de tanto en tanto. Creo que acabaré en el reino de Olar con el príncipe Almíbar. Qué alegría que la señora Ana María Matute haya ganado nuevo premio.
http://es.youtube.com/watch?v=DR91Rj1ZN1M
http://es.youtube.com/watch?v=SmVAWKfJ4Go&feature=related
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1 comentario:
Ali! que pasa chati? qué tal vas? nada, solo dejarme caer por aquí para que sepas que cuando tu escribes siempre hay alguien al otro lado leyendo.
Cuidate, besos
Fonxi
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